México es un país que centraliza el reparto de recursos federales a las entidades federativas. Las transferencias federales son la principal fuente de recursos con que cuentan las entidades federativas y los municipios, constituyen 85% de sus ingresos. Este artículo examina si mayores asignaciones federales implican una reducción en la desigualdad salarial dentro de las entidades federativas durante el periodo de 2002 a 2012. Debido a que esta relación es endógena, se utilizan técnicas de panel de datos dinámicos. Los resultados muestran que los fondos federales etiquetados para el fortalecimiento de las haciendas públicas locales contribuyen en la reducción de la desigualdad salarial; particularmente, los fondos federales dirigidos a los municipios inciden más en la desigualdad en comparación con los dirigidos a los estados. Es decir, una mayor descentralización incide en la reducción de la desigualdad.
Mexico is a highly centralized country; federal government assigns resources to the states and the municipalities’ governments. The federal transfers represent 85% of the total local government´s income. This paper analyzes whether higher federal transfers imply a lower wage inequality within state governments for the period from 2002 to 2012. It uses dynamic panel data methods to estimate this relationship because of the existing endogeneity. Federal funds labeled for fiscal sustainability of the local government finances reduce wage inequality; particularly, federal funds targeted to municipalities reduce much more the inequality relative to those targeted to states. Thus, decentralization reduces wage inequality.
El objetivo de este artículo es analizar el efecto de las asignaciones federales en la desigualdad dentro de las entidades federativas en México durante el periodo de 2002 a 2012. La motivación surge porque uno de los objetivos del federalismo fiscal es cerrar las brechas de desigualdad regional mediante un adecuado sistema de reparto que garantice una repartición equitativa de recursos entre los estados y, por ende, una reducción de la desigualdad.
De acuerdo con la Ley de Coordinación Fiscal, las haciendas públicas de los Estados son las encargadas de ejercer las asignaciones federales para responder directamente las necesidades locales de la población. Los objetivos principales de estas asignaciones están encaminados a la disminución de la brecha existente entre y dentro de las entidades en materia de educación y salud, infraestructura social, y atención a problemas de seguridad pública, entre otros.
En el año 2012, el Estado mexicano destinó más de 1,028,537 millones de pesos en transferencias federales pagadas a estados y municipios, de los cuales 47% corresponden al ramo 33 (aportaciones) y 41% al ramo 28 (participaciones). Estas asignaciones representan alrededor de 24% de los ingresos ordinarios federales y constituyen en promedio 85% de los ingresos de las entidades federativas.
Con el fin de lograr el objetivo de este artículo, se estudia si la descentralización efectivamente reduce la desigualdad dentro de los estados y se investiga cuáles son los fondos federales que inciden mayormente en la desigualdad. Los resultados del estudio demuestran que las participaciones, incrementan la desigualdad salarial; esto contradice la premisa sugerida por
La organización de este estudio es la siguiente: se presentan las consideraciones teóricas del federalismo fiscal; se discute la forma en la que el federalismo ha impactado la desigualdad; se ofrece un breve panorama del federalismo fiscal en México; se da a conocer la estrategia empírica; después se explica la metodología; luego se muestran los resultados, y finalmente se presentan las conclusiones del siguiente estudio.
La acción del gobierno se justifica cuando los bienes no pueden ser provistos por el sector privado, o bien, porque existen externalidades en la provisión de un bien privado. Las políticas públicas se diseñan considerando la eficiencia y la equidad, en donde el primero se refiere a la forma en la que la sociedad genera beneficios aprovechando sus recursos escasos y, el segundo, se refiere a cómo se distribuyen los beneficios generados entre la sociedad (
La definición de gobierno no es tan simple, porque está compuesto por varios órdenes, el federal que se encarga de la política fiscal aplicado a un conjunto de estados, y son independientes del estado, localidad o municipio en el que se encuentran los individuos; y los gobiernos locales, como el estatal y municipal, cuya política fiscal está diseñada dependiendo de las características de cada localidad. De acuerdo con
La teoría tradicional del federalismo fiscal parte de los trabajos de
Los gobiernos en sus diferentes órdenes funcionan con instrumentos fiscales específicos; por el lado del ingreso tienen acceso a impuestos, deudas, y las transferencias intra-gubernamentales. Las transferencias intra-gubernamentales, según
El primer objetivo está relacionado con las transferencias condicionales, que son empleadas como un subsidio para que la provisión socialmente óptima del bien público sea internalizada por los individuos. En el segundo objetivo se requieren transferencias no condicionadas repartidas a través de una fórmula que transfiere recursos de localidad con mayor capacidad fiscal hacia aquellas localidades con necesidades de recursos. En países como Canadá, Alemania, Estados Unidos las provincias más ricas transfieren recursos a las provincias pobres. La igualdad fiscal debe estar basada en la equidad, porque podría provocar un movimiento migratorio, ya sea inmigración o emigración, que impida el desarrollo de las localidades pobres. El tercer objetivo se basa en mantener un sistema impositivo administrado centralmente que reduzca las ineficiencias asociadas a las diferencias entre localidades.
La discusión acerca de cuál de los sistemas centralizado o descentralizado funciona mejor no es nueva, algunos estudios mencionan las ventajas de un gobierno centralizado al aprovechar las economías de escala y las externalidades de una región, mientras que otros señalan que una mayor autonomía a los gobiernos locales permite una mejor provisión de los bienes públicos necesarios; por otra parte, otros señalan que esto podría no propiciar la provisión de los bienes públicos necesarios sino aquellos relacionados con ciertos grupos de interés (
La literatura no es concluyente acerca de la relación entre la descentralización y algunas variables económicas. En un estudio empírico,
Estudios más recientes se inclinan por una descentralización positiva, el caso de
Para México,
El sistema de repartición de recursos federales de México ha sufrido diversas reformas, fue creado en 1922, pero fue hasta 1980 cuando se abordó la problemática de la repartición desigual establecido en la Ley de Coordinación Fiscal (LCF) de ese año (
Las 32 entidades federativas obtienen recursos de fuentes o ingresos propios, por ejemplo, los impuestos estatales y estrategias de recaudación que cada gobierno local desarrolle; y además consiguen recursos federales compuestos por las participaciones (ramo 28), que son transferencias no condicionadas, y aportaciones federales (ramo 33) como transferencias condicionadas o etiquetadas para ser gastadas en ciertos objetivos particulares; y también pueden recurrir al endeudamiento. Las entidades han desarrollado una alta dependencia de las transferencias federales; en 2007, las participaciones federales fueron de 33% y las aportaciones federales representaron 49% de sus ingresos totales, mientras que los ingresos propios significaron sólo 7% del total. Esta estructura no ha variado desde 2008, las participaciones y aportaciones representan 85% del total de los ingresos de los estados y representan 24% de los ingresos ordinarios federales (
Los montos de las transferencias federales y los ingresos propios de las entidades federativas han aumentado a causa de la última reforma a la Ley de Coordinación Fiscal (LCF). Existen cinco criterios que se combinan para construir las fórmulas o mecanismos de distribución: resarcitorios, compensatorios, distributivos, históricos o inerciales y los incentivos a avances programáticos. Las modificaciones recientes a la LCF contemplan fijar el monto nominal de las participaciones recibidas por cada entidad federativa en el año 2007 y bajo las nuevas fórmulas sólo van a distribuirse los incrementos derivados de una mayor recaudación federal participable.
Las aportaciones se distribuyen a través de ocho fondos según el objetivo, educación, salud, seguridad, fortalecimiento de los municipios, e infraestructura social: 1. Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FAEB), 2. Fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos (FAETA), 3. Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA), 4. Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM), 5. Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal (FASP), 6. Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (FAFEF), 7. El Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS) son recursos destinados a sectores que se encuentran en condiciones de rezago social y pobreza extrema; se entregan a través de la Secretaría de Desarrollo Social y se dividen en municipales y estatales: i) el Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal (FAISM), en donde se incluyen acciones para el acceso al agua potable, alcantarillado, drenaje y letrinas, urbanización municipal, electrificación, infraestructura básica de salud, infraestructura básica educativa, mejoramiento de vivienda, caminos rurales, e infraestructura productiva rural; ii) el Fondo de Infraestructura Social Estatal (FAISE) que debe aplicarse en obras y acciones para el beneficio regional o intermunicipal, y 8) el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal (FORTAMUNDF).
Con información del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED) se obtienen los datos para el cálculo de las transferencias federales. El
Nota: Participaciones y aportaciones en cantidades
Variable
Media
Desv. Est.
Min
Max
Participaciones
3,913
1,204
2,136
8,906
Aportaciones
4,651
1,025
2,591
7,358
FORTAMUNDF
349
85
0
447
FAISM
311
234
0
1,536
FAISE
361
263
0
1,748
FAEB
2,767
705
0
4,817
FASSA
584
219
264
1,436
FAM
144
50
45
333
FASP
75
39
21
283
FAETA
54
21
0
108
FAFEF
105
117
157
328
Existe una alta variación de las transferencias federales entre las entidades federativas, ya que la desviación estándar representa más de 20% de la media de las aportaciones ($1,025), y alrededor de 30% en el caso de las participaciones ($1,204). Tiene sentido que la desviación estándar de las transferencias no condicionadas sea mayor, debido a que los criterios de repartición se basan primordialmente en el nivel de recaudación de las entidades. Esta situación nos da una idea del nivel de diferenciación que existe entre los estados y municipios de México, mientras las entidades no tengan el mismo nivel de desarrollo, no tendrán los medios para percibir los mismos ingresos.
El desglose de las aportaciones por fondos federales nos permite observar que el FAEB es el fondo al que se destinan la mayor parte de los recursos que constituyen las trasferencias condicionadas. En 2012 este fondo representó 54% de las aportaciones federales, seguido por el FASSA que constituyó 11% del total de las aportaciones. Chiapas, México y Veracruz son los estados que reciben las cantidades más altas. El FAISE y el FAISM están destinados a la disminución de la desigualdad, mediante el financiamiento de obras, acciones sociales básicas e inversiones que benefician directamente a la población de las regiones más rezagadas. Juntos estos fondos representan 17% de las transferencias condicionadas y se espera que sean los de mayor impacto en desigualdad.
La asignación de las participaciones se relaciona con el nivel de autonomía financiera de cada entidad federativa. El grado de autonomía financiera se mide como la proporción de los ingresos propios en relación con el gasto total de cada estado. Se estima que el Distrito Federal tiene la capacidad de cubrir sus gastos con ingresos propios en 81% y recibe solo 11% de las participaciones repartidas, por otro lado, el Estado de México obtiene 13% aun cuando su autonomía financiera apenas llega a 16%. Chiapas y Guanajuato perciben poco más de 4% de las participaciones cada uno, Nuevo León 5% y Veracruz 6%, el grado de autonomía financiera de estos estados es de 8, 9, 21 y 14%, respectivamente. Estos datos permiten suponer que las entidades con menor capacidad financiera acaparan una gran parte del ingreso federal, por lo que no queda claro el efecto que puedan tener en desigualdad.
Para entender el efecto del federalismo fiscal sobre la desigualdad del ingreso en México, es necesario tener el contexto de su evolución.
Con cálculos propios obtenidos del total del ingreso familiar, todas las fuentes de ingreso, la
Aunque la Gráfica 1 indica la distribución del ingreso, ésta no es apropiada para medir la desigualdad del ingreso ni el cambio en la desigualdad a través del tiempo, por tanto, se siguen las recomendaciones de
Por tanto, para medir la desigualdad se utilizará como medida de concentración el Índice de Gini que mide el cociente de las diferencias entre la línea de equidistribución y los valores de la curva de Lorenz (
La información que proviene de la
Ambas encuestas son comparables, a pesar de los cambios en el marco muestral y cuestionario. La información es representativa en el nivel estatal, de cobertura trimestral y se aplica a las personas residentes habituales de las viviendas seleccionadas. Con el fin de contar con una base de datos, con amplio número de observaciones, se prefirió utilizar las encuestas laborales,
La
Al comparar el coeficiente de Gini promedio durante 2002-2012, se estima una amplia variabilidad en la desigualdad entre estados. El estado más desigual, Campeche, es 30% más desigual que el estado más igualitario, Baja California Norte. De acuerdo con
El efecto de las transferencias federales sobre la desigualdad será analizado empleando un panel dinámico de datos estatal, debido a la correlación en el tiempo de la variable de interés y la correlación de las transferencias asignadas a cada estado, la asignación de las transferencias no es independiente a la desigualdad. En un primer modelo se propone utilizar un panel de datos con efectos fijos porque capturan factores específicos de las entidades federativas que son invariantes en el tiempo, como área geográfica o tradicionalismos (
El modelo de panel de datos se forma a partir de la siguiente ecuación:
La variable
Se incluyen como variables de control: a) la riqueza de los estados representada por el producto interno bruto estatal (PIBE) per cápita, para incorporar el hecho de que en las regiones más ricas existen mayores contribuciones, y un sistema de redistribución más fuerte (
Las aportaciones y participaciones se determinan de forma endógena, ya que la asignación de las transferencias federales está en función de las características de los estados, de valores históricos y de la desigualdad existente. Por tanto, existe una relación endógena entre el Índice de Gini, que mide la desigualdad, y las transferencias federales asignadas a cada estado. El problema de endogeneidad implica que los regresores pueden estar correlacionados con el error. Además, las características fijas de los estados -geográficas y demográficas-, pueden estar correlacionadas con las variables explicativas. La endogeneidad podría corregirse al aplicar variables instrumentales; es común utilizar rezagos de la dependiente como instrumentos, tanto en nivel como en diferencias, sin embargo, esto puede generar autocorrelación.
Para evitar estos problemas, se utiliza un modelo dinámico de panel de datos, el estimador
Se propone utilizar el modelo de Arellano-Bond porque la relación endógena entre desigualdad y transferencias federales genera correlaciones con el término de error. El análisis es por entidad federativa, por lo que las variables sociodemográficas y geográficas, pueden estar relacionados con las variables independientes, afectando el componente del error relacionado con los efectos fijos no observados por estado.
El estimador Arellano-Bond forma condiciones de momento usando rezagos de la variable dependiente con primeras diferencias de las perturbaciones. Esto implica incluir rezagos de los regresores endógenos para que las variables endógenas sean predeterminadas y no estén correlacionadas con el término de error. El problema de autocorrelación se resuelve, ya que el modelo es estimado usando el GMM que emplea primeras diferencias, así que los efectos fijos desaparecen. La ecuación quedaría como sigue:
donde la variable
Es deseable que las primeras diferencias estén correlacionadas en primer orden, ya que, de lo contrario, estaría indicando que no existen efectos dinámicos y el estimador GMM no sería adecuado. Para corroborar que el estimador sea correcto, no puede existir autocorrelación de segundo orden en las primeras diferencias de los errores. Esto se analiza mediante la prueba de Arellano-Bond. También se utilizó la prueba de Sargan de sobreidentificación, encontrando que las ecuaciones están correctamente sobreidentificadas; las restricciones de sobreindentificación son simplemente el número de variables instrumentales extra. En este modelo es conveniente que las ecuaciones estén sobreidentificadas, de hecho, el estimador GMM podría interpretarse como una combinación lineal de todas las estimaciones posibles de un modelo sobreidentificado.
Además del estimador Arellano-Bond, se utiliza el estimador de
El
Como variables de control se incluyeron la escolaridad y el PIB estatal per cápita. Se encuentra que la escolaridad promedio está relacionada con una menor desigualdad, lo que implica que por cada año de escolaridad la desigualdad se reduce entre 0.0236 y 0.0356 puntos porcentuales. El PIB estatal es el que contribuye principalmente a la desigualdad salarial, ya que por cada $100 pesos la desigualdad aumenta entre 7 y 13 puntos porcentuales. Esto es consistente con
Los modelos dinámicos nos permiten comparar la persistencia de un año a otro en la desigualdad, con los métodos Arellano-Bond, en una etapa (AB) y dos etapas (AB2E), se estima que la variable rezagada del índice de Gini es negativa, lo que permite apreciar el efecto endógeno de las variables; es decir, una desigualdad mayor en un periodo anterior implica una mayor asignación de transferencias federales, lo que incidirá en la reducción de la desigualdad. Sin embargo, las estimaciones utilizando el método AB2E no se consideran adecuadas debido a que se encontró autocorrelación de primer orden negativa -4.03, y de segundo orden positiva, es 0.4232, aunque se rechaza la hipótesis nula de autocorrelación de primer orden, no se rechaza la hipótesis nula de segundo grado, pues el valor-p fue 0.6721. Con el método Arellano-Bover/BlundellBond (BB-E) se encuentra que el rezago del Índice de Gini, cuya magnitud es similar a los métodos AB y AB2E, se vuelve positivo y significativo, lo que implica que la desigualdad es persistente. Por tanto, el análisis se enfocará en los resultados obtenidos del método BB-E, por ser el método dinámico que utiliza condiciones de momento adicionales, reporta errores menores y parece controlar la endogeneidad existente entre la desigualdad estatal y las transferencias federales. El BB-E especificado en este estudio utiliza 384 instrumentos para identificar el efecto de endogeneidad de las variables, mientras que el método AB utiliza solo 58 instrumentos. La prueba de Sargan confirma que la sobreidentificación es válida.
Nota: Variable dependiente Índice de Gini, estadísticas 𝑡 entre paréntesis. * p<0.05, **p<0.01, *** p<0.001. Fuente: Elaboración propia. La ecuación (
FE
AB
AB2E
BB-E
Participaciones
0.00877*
0.00676
0.00652***
0.00448*
(2.04)
(1.60)
(6.19)
(2.02)
Aportaciones
-0.0217***
-0.00654
-0.00498*
-0.00617*
(-3.64)
(-0.87)
(-2.17)
(-2.33)
Ingresos propios
0.00192
0.000408
0.000333
0.00691*
(0.41)
(0.16)
(0.54)
(2.46)
Escolaridad
-0.0257***
-0.0356***
-0.0349***
-0.0236***
(-4.93)
(-5.15)
(-8.27)
(-6.85)
PIBE pc
0.0763*
0.114
0.130**
0.0705***
(2.53)
(1.42)
(3.10)
(6.14)
L.indice_gini
-0.147
-0.120**
0.170***
(-1.85)
(-2.96)
(3.62)
_cons
0.728***
0.811***
0.784***
0.572***
(20.47)
(10.98)
(17.24)
(14.13)
N
352
288
288
320
Para comparar la sensibilidad de los coeficientes estimados utilizando el método BB-E, en el
El coeficiente rezagado del Índice de Gini es positivo y oscila entre 0.22 y 0.33, en promedio durante el periodo y entre estados el Índice de Gini es de 0.46; de los coeficientes estimados inferimos que al menos la mitad de la desigualdad se explica con la desigualdad pasada. Las participaciones inciden en la desigualdad, por cada $100 pesos per cápita, incrementa el Índice de Gini entre 0.367 y 0.510 puntos porcentuales, los ingresos propios solo tendrían un efecto de incrementar la desigualdad en el modelo (5), en 0.63, superior a las participaciones, estimado en 0.48. Dada la naturaleza resarcitoria de estos recursos, el signo es congruente con lo esperado.
El FAEB representa poco más de la mitad de las aportaciones, y si bien el coeficiente indica que contribuye a la reducción de la desigualdad salarial, el coeficiente no es significativo. Para los fondos dedicados a la salud (FASSA) y el FAM, destinado a desayunos escolares y rehabilitación de infraestructura escolar, que se reparte basándose en el número de escuelas y estudiantes en condiciones de pobreza extrema por entidad federativa tampoco resultaron estadísticamente significativos en su objetivo de reducir la desigualdad, esto es similar al efecto tenue sobre la desigualdad que encontraron
El FAETA y el FASP son fondos que representan alrededor de 1% cada uno; a pesar de esto los coeficientes de incidencia sobre la desigualdad parecen ser altos; sin embargo, la razón es porque en promedio cada habitante recibe $54 pesos del FAETA y $75 pesos del FASP, por ejemplo un aumento en $1 peso per cápita asignado en el FAETA incrementa la desigualdad en 0.38 puntos porcentuales, solo en el modelo (3), en los otros modelos resulta con signos positivos o negativos pero no significativos, mientras que $1 peso de incremento per cápita en el FASP aumenta la desigualdad entre 0.17 y 0.274 puntos porcentuales, esto no es un resultado alentador si los recursos de este fondo dependen del índice delictivo, ocupación penitenciaria, y el avance en la aplicación de programas de Seguridad Pública.
El FAFEF es significativo solo cuando se incluyen todos los fondos de aportaciones, pero siempre tiene signo negativo; este fondo está destinado a fortalecer las finanzas públicas locales de estados con menor desarrollo, se estima que por cada $100 pesos por persona adicionales asignados reduce la desigualdad salarial entre 0.36 y 0.40 puntos porcentuales.
Este resultado es consistente con
Los fondos destinados a la infraestructura social estatal (FAISE) inciden en el aumento de desigualdad solamente en los modelos (1) y (2), por cada $100 pesos por persona asignados aumenta la desigualdad en 9 puntos porcentuales. El estado es el que ejerce este recurso y la evidencia presentada muestra que es posible que no se apliquen en los municipios que más necesitan desarrollo de infraestructura, mientras que los municipales (FAISM) -que en promedio son menores al estatal- reducen la desigualdad pero no son estadísticamente significativos.
Por último, el FORTAMUNDF, es el único fondo que incide en la reducción de desigualdad y es robusto ante las diferentes especificaciones; además, su incidencia aumenta al eliminar los fondos relacionados con la educación y la salud. Se estima que un incremento en $100 per cápita reduce la desigualdad entre 5.07 y 6.54 puntos porcentuales. Este fondo tiene como objetivo el fortalecimiento de las haciendas públicas municipales, y similar al FAISM, son fondos federales que llegan directamente a los municipios y no están etiquetados para financiar algún objetivo específico como el FAISM; sin embargo, buscan apoyar el cumplimiento de las obligaciones financieras municipales y las necesidades relacionadas con la seguridad pública.
Nota: Variable dependiente, Índice de Gini, estadísticas t entre paréntesis. * p<0.05, **p<0.01, *** p<0.001. Fuente: Elaboración propia, cifras en pesos constantes base 2010.
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
Índice de Gini(t-1)
0.319***
0.333***
0.311***
0.264***
0.222***
(7.20)
(7.50)
(7.04)
(5.98)
(4.96)
Participaciones
0.00374
0.00367
0.00510*
0.00498*
0.00480*
(1.67)
(1.63)
(2.23)
(2.15)
(2.05)
FAEB
-0.00350
-0.00253
-0.00266
(-0.81)
(-0.58)
(-0.62)
FAETA
0.323
0.321
0.383*
0.0731
0.0338
(1.85)
(1.85)
(2.19)
(0.44)
(-0.20)
FAM
-0.0938
-0.0871
-0.0882
(-1.81)
(-1.69)
(-1.72)
FASSA
-0.0151
-0.0167
-0.0188
(-0.95)
(-1.03)
(-1.18)
FASP
0.274**
0.238**
0.241**
0.168*
0.171**
(3.12)
(2.67)
(2.72)
(2.47)
(2.67)
FAFEF
-0.0363*
-0.0381*
-0.0402*
-0.0295
-0.0169
(-2.00)
(-2.06)
(-2.23)
(-1.66)
(-1.01)
FAISE
0.0926*
0.0920*
0.0723
0.0279
0.00698
(2.42)
(2.39)
(1.85)
(0.75)
(0.19)
FAISM
-0.0429
-0.0422
-0.0493
-0.0259
-0.0148
(-1.14)
(-1.12)
(-1.31)
(-0.70)
(-0.41)
FORTAMUNDF
-0.0507*
-0.0524*
-0.0597*
-0.0615*
-0.0654**
(-2.04)
(-2.09)
(-2.38)
(-2.41)
(-2.59)
Ingresos propios
0.00535
0.00460
0.00399
0.00551
0.00633*
(1.74)
(1.50)
(1.30)
(1.77)
(2.09)
Escolaridad
-0.00895
-0.00783
-0.00210
-0.0117*
-0.0166**
(-1.71)
(-1.49)
(-0.37)
(-1.96)
(-3.00)
PIBE
0.0278
0.0256
0.0255
0.0383**
0.0430**
(1.95)
(1.73)
(1.80)
(2.81)
(3.14)
Trabajadores agrícolas
-0.156*
-0.147
-0.173*
-0.119
(-2.02)
(-1.89)
(-2.24)
(-1.61)
Población desocupada
0.113
0.145
0.128
0.178
(0.71)
(0.92)
(0.81)
(1.12)
Gasto en obras y acciones sociales
1572.6
(0.52)
IRS
0.0137*
0.00974
0.00634
(2.39)
(1.70)
(1.07)
Constante
0.362***
0.346***
0.317***
0.410***
0.480***
(7.00)
(6.70)
(5.96)
(7.55)
(9.05)
N
320
320
320
320
320
Instrumentos
423
436
427
389
361
Prueba Wald
294.2
292.45
305.25
293.71
276.29
Prueba Sargan
397.50
403.11
397.39
368.96
368.35
p-value(Sargan)
0.609
0.6908
0.6504
0.5639
0.2172
El PIBE estatal per cápita tiene un efecto positivo en el Índice de Gini, pero menores a los estimados en el
Se incluyeron variables relevantes para entender la desigualdad como el porcentaje de personas desocupadas, trabajadores agrícolas, el gasto social de los estados y el índice de rezago social, IRS. La flexibilidad laboral está medida por la población desocupada, siguiendo a
Se presentan las pruebas de Wald y la prueba de Sargan para la sobreidentificación de instrumentos, además se observa que el valor de esta última es mayor con el mayor número de instrumentos y se reduce conforme el número de instrumentos, más no necesariamente el valor de la prueba de Wald, es difícil decidir cuál de los modelos se prefiere, pero basados en los valores y en la probabilidad de no rechazar la prueba de Sargan, los modelos (1), (2) y (3) parecen ser los más consistentes con relación a los últimos modelos.
Un incremento en la riqueza de un país no supone que todas las entidades federativas aumentarán sus ingresos por igual. La desigualdad ha sido persistente durante los últimos diez años, el Índice de Gini en 2002 fue de 0.4782, y en 2012 se redujo a 0.4483, es decir, 0.0299 puntos porcentuales. La formulación de la política de asignación de recursos se basa en un sistema donde las transferencias federales son la fuente más importante de financiamiento para estados y municipios; es difícil definir si la responsabilidad recae sobre la planeación del gasto o su ejecución. El desempeño de los gobiernos podría ser medido en su incidencia en la reducción de la desigualdad salarial. La evidencia empírica proporcionada en este artículo muestra que la descentralización reduce la desigualdad salarial. Por una parte, las participaciones acrecientan las brechas de desigual- dad interestatal, la repartición está basada en una fórmula que considera el esfuerzo recaudatorio, la población y el nivel de pobreza, con la última reforma el fondo no puede ser menor que el asignado al año 2007. Por otra parte, las transferencias condicionadas, es decir, las aportaciones que tienen objetivos definidos, de forma agregada sí inciden en la reducción de desigualdad, sin embargo al separar por fondo se encuentra que solamente, el FAFEF y FORTAMUNDF, reducen la desigualdad, estos fondos se transfieren directamente a los estados y a los municipios y demarcaciones territoriales, respectivamente, y tienen el objetivo de fortalecer los requerimientos financieros locales y de seguridad pública, es un fondo que permite la flexibilidad a los gobiernos locales para que hagan frente a sus prioridades e incrementar su capacidad de inversión.
Conocer la incidencia de las transferencias federales sobre la movilidad de la desigualdad salarial es necesario para evaluar la distribución de los recursos federales hacia las entidades federativas y municipios. El federalismo fiscal tiene el objetivo de disminuir la brecha entre aquellos estados que más tienen y los de menos recursos, y las estrategias implementadas van desde el rediseño de la política hacendaria hasta programas de transferencias focalizadas.
Los fondos de infraestructura social no inciden en la desigualdad, FAISM, mientras que el FAISE aumenta la desigualdad regional, una razón podría ser porque estimula la dependencia fiscal y el proteccionismo, reduciendo los incentivos de incrementar la recaudación local
La principal limitación de este trabajo es que únicamente se considera el ingreso salarial de la población; la exclusión del ingreso por transferencias directas o apoyos e ingresos no monetarios restringe los supuestos de que pueden hacerse acerca de los resultados encontrados. Esto también puede estar relacionado con el hecho de que algunos fondos de aportaciones federales resultan no tener impacto en la desigualdad.
Es probable que el efecto de los recursos asignados a ciertos fondos no se observen directamente en la distribución del ingreso laboral; por ello para complementar lo encontrado en esta investigación, se recomienda integrar el ingreso por transferencias directas o apoyos e ingresos no monetarios para el cálculo del Índice de Gini de las entidades federativas. El problema es la disponibilidad de información que sea representativa en nivel estatal y que permita hacer el análisis de panel.
Si el objetivo general de las asignaciones al ramo 33 es la disminución de la brecha de desigualdad entre individuos, con el propósito de cumplir dicho objetivo, estas asignaciones son etiquetadas para su uso exclusivo en educación, salud, seguridad, infraestructura social, fortalecimiento municipal o asistencia social. De acuerdo con los lineamientos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
Desde la perspectiva de esta investigación se recomienda analizar con detalle la política de distribución de los recursos del ramo 33 en los fondos en que se divide, confrontándola en todo momento con las necesidades municipales y estatales. Es bien sabido que actualmente los recursos condicionados van de la mano con los planes operativos de las entidades federativas, sin embargo, es difícil determinar si los recursos asignados a los fondos son los que se apegan a dichas planeaciones, o si en realidad la programación local de recursos se hace de acuerdo con los montos disponibles que se liberan para cada rubro anualmente.